Al menos 59 migrantes murieron tras el naufragio de una embarcación en la costa de Italia

Decenas de cadáveres aparecieron en la turística playa de Steccato. Los sobrevivientes explicaron a las autoridades que la barca de pesca en la que viajaban se partió por la mitad y muchos de sus pasajeros naufragaron, ya que el mar se encontraba agitado

Al menos 59 migrantes murieron la madrugada del domingo a raíz del naufragio de su embarcación no lejos de la ciudad italiana de Crotone, en Calabria (sur), indicó el alcalde de esta localidad.

“Hasta hace unos minutos el número de víctimas confirmadas era de 59″, dijo Vincenzo Voce a las 16 (hora local, 15 GMT) a la cadena de noticias Sky TG-24.

Decenas de cadáveres fueron localizados frente a la costa del sur en la región de Calabria, después de que naufragara la precaria embarcación en la que viajaban. Según informó más temprano Carabineros, no se descarta que el número de muertos sea mayor, mientras que se ha podido rescatar a unos 50? supervivientes que lograron llegar a una playa de la localidad de Cutro (provincia de Crotone), donde están siendo atendidos por equipos de emergencia desde primera hora de la mañana.

Los supervivientes han explicado a las autoridades que la precaria barca de pesca en la que viajaban se partió por la mitad y muchos de sus pasajeros naufragaron, ya que el mar se encontraba agitado.

Al parecer, la barca chocó contra unas rocas antes de que los migrantes pudieran pedir ayuda.

Los cadáveres, entre los que hay un recién nacido y varios niños, aparecieron en la turística playa de Steccato y, de acuerdo con los Carabineros, están dispersos a lo largo de varios kilómetros.

Mientras avanzan las labores de socorro, las autoridades están interrogando a los supervivientes para conocer las circunstancias del accidente y el origen de los migrantes, que según la prensa local son en su mayoría de Irán, Pakistán y Afganistán.

La tragedia se produce tres días después de que el Parlamento italiano aprobase este jueves un nuevo decreto migratorio, elaborado por el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, que modifica sustancialmente las operaciones de socorro de los buques de ONG.

El Senado dio el visto bueno el jueves pasado al texto, con 84 votos a favor y 61 en contra, una semana después de hacerlo la Cámara de Diputados, que aceleró el proceso mediante un voto de confianza.

A comienzos de este año, el Consejo de Ministros italiano promulgó el decreto con dos puntos que modifican sustancialmente las actividades de salvamento: la obligación de pedir el desembarco inmediatamente después de un rescate y la asignación, por parte de Italia, de puertos lejanos

Así, buques de organizaciones como Médicos Sin Fronteras y Open Arms han tenido que viajar hasta 4 y 5 días para poder desembarcar a los migrantes rescatados con seguridad.

La única embarcación a la que se le cambió en estos meses el puerto asignado inicialmente fue la Sea Eye 4, que viajaba con 109 migrantes y dos cadáveres tras dos operaciones de rescate en el Mediterráneo central y logró atracar en Nápoles (sur), mientras que el ya que al primero al que se le mandó se encontraba a unos cinco días de navegación.

El decreto establece también un régimen de sanciones administrativas que incluyen “la detención administrativa del buque (contra la cual se admite recurso) y, en caso de reincidencia de la conducta prohibida, su decomiso, precedido del embargo cautelar”.

Además, se estipulan sanciones de 50.000 euros (52.863 dólares) para los barcos y hasta 10.000 euros (10.573 dólares) para el capitán y el propietario del buque.

Según datos del Ejecutivo italiano, más de 10.000 migrantes han llegado a Italia en lo que va de año a través del Mediterráneo central, triplicando la cifra de llegadas en este mismo periodo de 2022, cuando el total de personas desembarcadas en las costas italianas ascendió a más de 100.000.

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