El precio de la carne se ve amenazado por las subas en los combustibles
Los cortes vacunos desde Navidad bajaron un 10%.
A casi un mes de la asunción del nuevo gobierno, los desajustes de la economía comienzan a sentirse en las carnicerías barriales. En la primera quincena de diciembre hubo cortes que llegaron al 40% alimentados por la devaluación y por la liberación total de precios. En las dos últimas semanas, los mismos cortes vacunos reflejaron una baja en promedio del 10%.
Argentina está inmerso en una crisis inflacionaria que está dejando a los argentinos al borde de una hiperinflación. En la actualidad, en este complejo escenario económico, la inflación amenaza con alcanzar niveles cercanos al 30% en un mes. Este contexto desató un paradójico juego de contrastes entre los precios que se actualizan casi a diario alterando el presupuesto de los argentinos.
En un país acostumbrado a la volatilidad de los precios, las buenas noticias que anuncian bajas en los precios parecen efímeras. Mientras la inflación toca un pico histórico, la carne experimentó un descenso la última semana de diciembre y los primeros días de enero. Esta disminución, que fue en promedio un 10% dependiendo el corte, se ve amenaza por las subas en los combustibles del día miércoles, donde las petroleras incrementaron un 26% promedio los precios de las naftas y el gasoil en todo el país.
Preocupación y malestar
¿Por qué bajó la carne? Durante los primeros 15 días de diciembre, los consumidores sufrieron excesivos aumentos en el precio de los cortes vacunos. Algo que generó preocupación y malestar. Sin embargo, las pocas ventas en un fecha clave como las fiestas de fin de año, hicieron que los precios comiencen a bajar. Este descenso, pasó a ser un respiro momentáneo, ya que los carniceros confirmaron que su precio podría aumentar en las próximas semanas por las subas en los combustibles.
Si tomamos desde principios de diciembre del año pasado, el precio de la súper tuvo un incremento del 112%. Si nos vamos un año atrás el aumento fue del 370%.
Estas subas en la nafta y el gasoil van a impactar directamente en los costos de producción y distribución de productos, incluida la carne. El incremento de combustibles se sentirá en varios productos sobre todos los que tienen uso de combustible para su generación o en el flete.
“Diciembre para nosotros fue atípico. Tuvimos una Navidad en la que vendimos muy poco. Me acuerdo que me quedé hasta las 9 de la noche para ver si podía vender algo de carne, cuando los años anteriores cerraba antes de las 6. El precio de los cortes estaban muy caros, por eso creo que ahora empezaron a bajar. Habían subido mucho durante las dos primeras semanas de diciembre”, comentó , propietario de La Ternerita, una carnicería en el sur de la ciudad.
Aumentos para las fiestas
En la carnicería, antes de Noche Buena, el kilo de lomo llegó a costar 8500 pesos mientras que ahora cuesta 7700 pesos. Experimentó una baja del 10%. Hoy el asado, la bola de lomo o la cuadrada cuestan 6990 pesos cuando antes de Navidad costaban arriba de los 8000 pesos.
La media res durante la primera quincena de diciembre llegó a costar 3800 pesos. Sin embargo, después comenzó a experimentar un descenso, llegando a los 3150 pesos en la actualidad, lo que se traduce como una baja del 17%.
“Diciembre fue muy duro, la gente ni entraba a la carnicería preguntaba desde la puerta cuanto estaba el kilo de carne y se iba. Eran muy pocos los clientes que entraban. Por suerte ahora comenzó a moverse un poco más y espero que este precio dure un poco. Ahora dicen que con este nuevo aumento de la nafta la carne va a volver a subir, espero que no sea así”, expresó el dueño de La Ternerita.
En zona oeste la situación no es muy distinta. Las carnicerías experimentaron una baja, pero los empleados ya aclararon que los dueños le empezaron a informar que la carne podría subir en los próximos días.
“Es muy posible que vuelvan a subir”
“Es una situación de nunca acabar. Durante las dos últimas semanas habían bajado un 10% en promedio los cortes de carne, pero recién me acaba de llamar el dueño contándome que es muy posible que vuelvan a subir por el aumento de los combustibles. No sé cómo vamos a hacer. La cantidad de gente que viene a la carnicería no es la misma que en otras épocas. Por ejemplo para las fiestas el movimiento fue muy flojo”, expresó Paula, la cajera de una carnicería ubicada en la avenida Tavella.
En medio las variables económicas, los argentinos se enfrentan a una realidad donde los precios parecen moverse en direcciones opuestas, pero que al final terminan todos yendo en la misma dirección: en el aumento. Las buenas nuevas, como la baja en el precio de la carne, encuentran obstáculos en el incremento de los combustibles, recordándonos una vez más lo complejo que es la economía argentina.