Empezaron a demoler los edificios históricos que fueron vandalizados por mapuches en Villa Mascardi
Tres estructuras históricas de Villa Mascardi, una de ellas perteneciente al Estado Nacional, están siendo demolidas producto al avanzado estado de deterioro que presentan, luego de ser vandalizadas por los integrantes de la agrupación autoproclamada mapuche Lafken Winkul Mapu.
Se trata de un ex hotel donde iba a funcionar la escuela de guardaparques, las cabañas Hueche Ruca, propiedad del Obispado de San Isidro, y otro complejo que pertenecía a UPS-Gas del Estado.
Los integrantes de la comunidad mapuche ingresaron, en primer término, a dos lotes pertenecientes a Parques Nacionales, en noviembre de 2017. Luego, avanzaron sobre las propiedades mencionadas e iniciaron una tarea de destrucción paulatina.
“Parte de la estructura fue desmantelada y con esos materiales construyeron sus cabañas, las estructuras quedaron endebles y existe un riesgo latente de derrumbe”, dijeron fuentes con acceso a la causa.
La fiscal federal subrogante Cándida Etchepare solicitó, en octubre de 2022, que era aconsejable la destrucción de los edificios, luego de que peritos especializados en la materia revisaran las estructuras. “Son insalvables”, dijeron los técnicos a la funcionaria. La ex jueza Silvina Domínguez accedió al planteo y ordenó la demolición de los edificios, a excepción del rewe, el altar sagrado que utiliza la líder espiritual de la comunidad para realizar sus ceremonias.
También dispuso la demolición de las cabañas que construyeron los mapuches, tarea que se concretó pocos días después del desalojo que se concretó el 4 de octubre del año pasado.
El territorio es custodiado por fuerzas federales que integran el comando unificado que creó el Ministerio de Seguridad de la Nación para garantizar la seguridad en la zona.
Mientras tanto, tres mujeres que forman parte de la agrupación mapuche permanecen con prisión domiciliaria y el resto de sus integrantes permanecen prófugos de la Justicia.
A pesar de las inclemencias climáticas que imperan en la zona, las máquinas pesadas trabajan en el sitio y demuelen las estructuras de hormigón y madera. El objetivo, incluso, es retirar las plateas sobre las que están construidas.
En un dictamen que rubricó Etchepare el 7 de octubre de 2022, aconsejó proceder a la demolición de las estructuras y los propietarios coincidieron con la medida.
“El estado de lo que quedó de los inmuebles hace que deba opinar en favor de su demolición, puesto que (…) en la actualidad revisten un peligro potencial de gran envergadura tanto para la integridad física de quienes custodien o se adentren en los predios, como para el medio ambiente, ante la posibilidad de incendios, de problemas eléctricos en virtud de las conexiones improvisadas detectadas, etc.”, explicó la funcionaria.
La tarea de los equipos pesados comenzó con el predio que pertenece a los ex trabajadores de Gas del Estado. Luego será el turno de los otros dos edificios.
En los tres aún quedan rastros de las inscripciones mapuches que los integrantes de la agrupación Lafken Winkul Mapu sellaron durante el tiempo en el que mantuvieron el control del lugar. Sin embargo, desde su irrupción en el lugar, las construcciones pintorescas que combinaban maderas de la zona, comenzaron a arruinarse por el vandalismo expreso de los encapuchados.
Allí se refugiaban los mapuches para repeler cualquier intento de desalojo. Por eso en los distintos rincones aún hay piedras apiladas, restos de gomeras elaboradas artesanalmente y de materiales que fueron retirando de la estructura original.
Repudian la entrega de tierras fiscales a mapuches
Con duras críticas al plan del gobierno de ceder tierras fiscales a los mapuches que siguen prófugos de la Justicia, vecinos de Bariloche se movilizaron hasta Villa Mascardi para “defender la soberanía y repudiar la bondad que el Gobierno Nacional tiene con quienes destrozaron todo el paraje”.
Sorteando la hostilidad del clima patagónico, unos 150 vecinos transitaron los 35 kilómetros que separan a Villa Mascardi de la zona urbana de Bariloche para manifestarse en contra del proyecto estatal de ceder tierras fiscales a los integrantes de la agrupación Lafken Winkul Mapu.
“Estamos acá porque no avalamos, de ninguna manera, la idea de regalarles tierras fiscales a quienes usurparon nuestras casas, las destruyeron y también los edificios públicos”, dijo uno de los vecinos, mientras de fondo sonaban las estrofas del Himno Nacional Argentino.
“No es casual que sea hoy, 25 de mayo. Levantamos la bandera de nuestro país para defender nuestra soberanía y enfrentarnos a quienes quieren regalarla, a quienes se reclinan ante el accionar violento de unos pocos, que lo menos hacen es defender los colores celeste y blanco”, dijeron.
El grupo se ubicó en un balneario lindante a los predios que ahora están bajo custodia, sobre la costa del lago Mascardi. Se trata de la tercera movilización que realizan con el mismo objetivo, aunque la primera en la que logran llegar hasta el sitio de conflicto.
El gobierno nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, propuso a los mapuches ceder 10 hectáreas de tierras públicas en el lago Guillelmo –a unos 15 de Villa Mascardi- para el asentamiento de quienes están prófugos y detenidos, en el caso de las tres mujeres.
El plan contempla además la construcción de tres edificios en predios de Parques Nacionales para que allí se instale Betiana Colhuan, la líder espiritual del grupo, sus familiares y amigos, alrededor del altar sagrado que aún se erige en el sitio.
De acuerdo con lo que expresó la Coordinadora Mapuche de Río Negro, la idea es rubricar el acuerdo el próximo 1 de junio, según el compromiso expreso de Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación.
“No lo vamos a permitir. El Gobierno de (Alberto) Fernández busca beneficiar a quienes vandalizaron el lugar, quieren otorgarles inmunidad política y protección, cuando son los únicos responsables de que Villa Mascardi haya dejado de ser un paraíso para transformarse en un sitio desbastado”, sentenciaron los vecinos.