Ucrania espera un “volver a empezar” de la guerra y se impacienta por la demora de la asistencia militar
Kiev y la OTAN detectaron mucho movimiento de Rusia en las fronteras. El 24 de febrero se cumple un año de la invasión y esa podría ser la fecha del nuevo ataque.
El tiempo corre. O vuela. El almanaque ya llegó a febrero y para el 24 de este mes se cumple un año desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Para esa fecha tan importante, son cada vez más las voces que afirman que se vendrá una nueva y monumental ofensiva del Kremlin.
“Rusia quiere su revancha”, advirtió horas atrás el propio presidente ucraniano Volodimir Zelenski. A su forma de ver, es una revancha a la incesante resistencia de Kiev y al territorio que Vladimir Putin tuvo que ir cediendo ante el avance de las tropas de Ucrania. Como el mandatario, muchos son los oficiales que hacen la misma advertencia.
Pero no termina allí, la preocupación excede las fronteras. Distintas fuentes diplomáticas desde París y Berlín le confirmaron que sus países -y la OTAN en conjunto- están en “máxima alerta” por el movimiento que observan de las tropas rusas a través de las imágenes satelitales y de drones.
Tropas de Rusia listas para atacar
“Putin fue inteligente en algo: usó el invierno para entrenar a los soldados que no tenían experiencia”, reconoce por lo bajo para este artículo un funcionario europeo que participa día a día de las liberación de seguridad dentro del bloque y de las negociaciones con Ucrania para proveer más asistencia.
La ecuación que hacen en la OTAN es sencilla. En septiembre, cuando desde Moscú entendían que tenían que retroceder posiciones, Vladimir Putin anunció la temida movilización de 300.000 reservistas para tenerlos listos en la primavera boreal, no en el invierno. Generó pánico en la población, pero poco a poco logró reclutar a soldados novatos.
A sabiendas de que las bajas temperaturas del invierno y el terreno fangoso de esta época del año haría entrar la guerra en una virtual “meseta” -entendida por la falta de avances o retrocesos significativos de cualquiera de las dos partes-, Putin envió a estos inexpertos soldados al frente de batalla para que se capaciten.
Es así que las estimaciones europeas hablan de que Rusia tendrá para este 24 de febrero unas 150.000 personas adicionales listas para entrar en acción. Ya no serán tan novatos, por estos últimos meses de experiencia y preparación que tuvieron en el frente.
Si bien no serán las mismas tropas de elite que penetraron la defensa ucraniana hace un año, proveen un insumo humano que había empezado a escasear en los batallones rusos.
El temor y pedido de Zelenski
Ante este panorama, en los últimos meses Volodimir Zelenski empezó a pedir con mayor vehemencia la asistencia y capacitación militar que sus tropas necesitan para hacerle frente al eventual ataque de Rusia. Hasta tildó de “tibios” a aquellos países que no se prestaban a colaborar.
No fue casualidad que para fin de año haya viajado a Washington para reunirse en la Casa Blanca con el presidente Joe Biden. Estados Unidos es el principal proveedor económico y militar de Ucrania. Aquella visita fue el primer aviso de que necesitarían un apoyo superior al que habían venido recibiendo.
Por lo menos por estos días, la cuestión no pasa por lo económico, sino por los insumos bélicos. Ucrania necesita tanques, aviones y sistema de defensa antiaéreo. Además, los días de capacitación necesarios para controlar la avanzada tecnología que tiene cada uno de estos insumos.
Después de varias idas y vueltas, Alemania entregó 14 tanques Leopard 2, el más avanzado de su ejército. Estados Unidos hizo lo mismo con los 31 M1 Abrams que prometió. De todos modos en las últimas horas Biden rechazó la posibilidad de enviar aviones caza, lo que despertó la crítica de otros líderes, como el exprimer ministro británico Boris Johnson.
Ucrania necesita que toda la asistencia militar llegue cuanto antes para capacitar a su personal de la mejor manera posible. El 24 de febrero se acerca y están seguros que un nuevo ataque volverá a suceder. Muchos especulan con que no sea solo por tierra, sino también por aire. Con su perversa mirada, Putin puede estar guardándose misiles para esa fecha.