El rey Carlos III fue coronado en una histórica ceremonia para el Reino Unido

Tras siete décadas de reinado de Isabel Il, su hijo ocupará el trono británico. Las calles de Londres, engalanadas para la histórica asunción, están colmadas de asistentes. Gran despliegue de seguridad.

Carlos III será coronado hoy como rey del Reino Unido en una ceremonia en la que participarán más de 2.000 invitados, entre ellos líderes políticos, así como representantes de la sociedad civil y de diversas casas reales, en un evento que marcará la transferencia de su título y poderes después de la muerte de la reina Isabel II en septiembre pasado, tras siete décadas de reinado.

En el marco de los preparativos, Carlos III y la reina consorte, Camila, asistieron ayer a la Abadía de Westminster para los últimos ensayos de la ceremonia que tendrá lugar a partir de las 11.00 hora local (7.00 de la Argentina) y también lo hizo el príncipe Guillermo, heredero de la corona.

Los monarcas saludaron desde su vehículo a la multitud allí congregada. Numerosas personas ya se han instalado a ambos lados de las avenidas por donde circulará la carroza que llevará a los reyes desde el Palacio de Buckingham a la Abadía.

El carruaje elegido para que los monarcas viajen desde la abadía de regreso al Palacio de Buckingham será el popular Gold State Coach.

Se trata de un carruaje icónico con 260 años de historia que se ha utilizado en todas las coronaciones, desde la de Guillermo IV, que tiene siete metros de largo y cuatro de alto. Pesa cerca de cuatro toneladas y son necesarios ocho caballos para transportarlo.

Cuenta con magníficos paneles pintados de dioses y diosas romanas, ricas esculturas doradas que incluyen tres querubines en el techo que representan a Inglaterra, Escocia e Irlanda, y cuatro enormes figuras de tritones sobre cada rueda.

Su origen se remonta al año 1762. Está fabricado con madera dorada y su interior está forrado y tapizado con terciopelo y raso.

Debido a la complejidad de la ceremonia, que tendrá varias etapas hasta que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, le coloque la corona de San Eduardo, los reyes y el príncipe de Gales ensayaron por última vez detalles del evento, que será seguido por televisión por millones de personas.

Tras el ensayo, Carlos III saludó a las personas agolpadas en las cercanías de Buckingham, acompañado del príncipe Guillermo y su esposa Catalina. Visitantes de diversas partes del mundo se acercaron a los miembros de la familia real para trasmitirles sus buenos deseos.

En medio de fuertes medidas de seguridad, ya que participarán unos 6.000 miembros de las fuerzas armadas, centenares de curiosos ya están instalados con carpas, carteles y banderas frente a las barreras colocadas en las avenidas por donde transcurrirá el desfile real, que recorrerá la avenida The Mall y la zona de Whitehall, donde están los principales ministerios.

En bares, restaurantes y tiendas y en las principales calles de Londres se colgaron banderines, mientras que en la céntrica calle de Oxford Street se colocaron dos coronas gigantes, encima de almohadones rojos.

Recepción

Carlos almorzó ayer con los gobernadores y primeros ministros de los países y territorios en los que es todavía jefe de Estado y posteriormente se reunió con los líderes de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones), la institución que agrupa a las excolonias.

Completó la jornada con la recepción en el palacio de Buckingham para los invitados especiales, entre ellos los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y jefes de Estado de otros países, entre ellos el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

No obstante, los principales mandatarios de América estarán ausentes de la ceremonia y serán representados por sus cancilleres, embajadores e incluso cónyuges. Representando a la Argentina estará el embajador Javier Figueroa y su esposa Alessandra Viggiano Marra.

El presidente de EEUU, Joe Biden, no asistiría al evento y en su lugar lo hará la primera dama, Jill Biden.

Una vez que concluya la ceremonia, Carlos III y Camila saldrán al balcón del palacio de Buckingham para saludar a la multitud. El evento concluirá con el vuelo rasante de aviones de la Real Fuerza Aérea (RAF) sobre el palacio.