En el Frente de Todos especulan con el impacto que tendrá la inflación de noviembre en la discusión por las candidaturas del 2023
Este jueves se conocerá el nuevo índice después del 6,3% que se registró en octubre. En el Gobierno anhelan romper la barrera del 6% y continuar con la baja progresiva que se inició en julio.
El jueves 15 el INDEC publicará el índice de inflación de noviembre. El dato que todos los meses esperan en el Gobierno con moderada expectativa. Es, en definitiva, el eje rector de las proyecciones electorales y la clave para marcar el momento que transita la gestión con una inflación interanual que pasará el 100% más temprano que tarde.
Está semana habrá dos hechos determinantes para el clima social de fin de año. El primero ocurrirá el martes, en Qatar, cuando Argentina enfrente a Croacia en las semifinales del Mundial. Es innegable que un triunfo o una derrota no impactan de la misma forma en la gente, agobiada por las discusiones políticas y la plata que no alcanza.
El segundo será dos días después cuando se conozca el nuevo dato de inflación. En el Gobierno esperan que rompa la barrera del 6% y acentúe el descenso de los precios, que tocó su pico máximo en julio, con un 7%, y que empezó a bajar lentamente en agosto, septiembre y octubre.
Las consultoras privadas también anticipan la baja de la inflación para este mes, pero creen que habrá un repunte en diciembre – que se conocerá en enero – debido a los aumentos que se producen en el tiempo de las fiestas. Si así fuera, volvería a interrumpirse la dinámica inflacionaria hacia la baja. No sería la mejor noticia para el oficialismo.
El nivel de desaceleración de los precios es determinante para el futuro electoral del Frente de Todos. Lo saben y lo asumen en los diferentes sectores de la coalición. Con los niveles de inflación actuales resulta imposible pensar en retener el control de la Casa Rosada. Por eso la dirigencia peronista ata su suerte en las próximas elecciones a los buenos resultados de la gestión de Sergio Massa en el ministerio de Economía.
“Si llegamos a abril con 4 puntos, tenemos posibilidades de ganar la elección”, sostuvo un importante funcionario nacional respecto al impacto de la economía en el escenario electoral. Las últimas medidas de Massa para engrosar las reservas dieron resultado, lo que le valió, hasta el momento, un apoyo explicito del kirchnerismo.
El Gobierno espera evitar el derrumbe del respaldo popular con los últimos acuerdos paritarios, muchos de ellos por encima de la inflación, y una marcada baja en los precios como consecuencia del paquete de medidas de Massa. Advierten que el empleo creció y las exportaciones también, al igual que la producción. Lo que falta es controlar el aumento feroz de los precios.
Cuatro días atrás el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, anticipó que el número que esperan es menor a los 6,3% del mes pasado. “Está bajando la inflación. En octubre la inflación “núcleo” fue de 5,5% y la mayorista 4,8% cuando el índice general fue 6.3%, y para este mes la tendencia hacia la baja continua”, señaló.
Las especulaciones electorales entran en juego por dos motivos concretos. El primero es que nadie en el peronismo cree que es posible ser competitivos si no hay una caída importante de la inflación. Lo que implicaría tener en el último cuatrimestre del 2023 la mitad de la inflación mensual de este fin de año. Es decir, un 3%.
El segundo motivo es que dentro de la fuerza el principal apuntado para ser candidato el año que viene es Sergio Massa. Existe un consenso bastante amplio sobre que el ministro de Economía es la mejor opción para hacerse cargo de la candidatura. Sobre todo después del renunciamiento que ejecutó Cristina Kirchner la semana pasada.
Por su parte, Massa no ha dado ninguna señal clara, y contundente, de querer competir en las próximas elecciones. A la inversa. Las pocas señales que envió en los últimos meses están vinculadas a la idea de mirar el proceso electoral desde afuera.
Lo cierto es que lo que puede terminar sucediendo es que el peronismo necesite un candidato y lo vaya a buscar al líder del Frente Renovador para que acepte encarnar ese rol, que desde hace mucho tiempo quiere ocupar, aunque la tarea en la que se encomendó cuando asumió el control del Palacio de Hacienda puede terminar siendo un impedimento para lograr la candidatura.
Además de Massa, entre los presidenciables aparece Alberto Fernández, que ayer volvió a defender las PASO como herramienta para definir las candidaturas; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, perfilado como el nombre para representar al kirchnerismo; el embajador en Brasil, Daniel Scioli, representante de un peronismo más moderado, y algún gobernador del PJ, todavía sin elegir entre los propios.
Hay muchos dirigentes del peronismo que creen que hasta marzo o abril no habrá mayores novedades sobre las candidaturas. Otros advierten que para ese entonces ya debería haber más claridad dentro del oficialismo porque, al día de hoy, no hay un candidato que tenga el suficiente volumen político para desperdiciar tanto tiempo.
Mientras tanto, este domingo el intendente de Ensenada, Mario Secco, encendió una chispa de lo que podría ser un nuevo operativo clamor para que Cristina Kirchner sea candidata, pese a su decisión de no competir en los comicios del año que viene. “Si Cristina no es candidata, estamos al horno”, consideró. Para él, como para tantos otros kirchneristas, la única forma de ganar las próximas elecciones es tener a CFK como candidata a presidenta.