Derrota del Gobierno en el Senado: obtuvo dictamen el proyecto de actualización de las jubilaciones

Es el proyecto que aprobó Diputados a inicios de junio que Milei prometió vetar; dos radicales apoyaron junto con el kirchnerismo y alcanzaron mayoría en comisiones, el Gobierno seguirá negociando hasta el día de la sesión.

En un golpe político para el Gobierno, una mayoría circunstancial de kirchneristas, radicales y fuerzas provinciales se impuso esta tarde en un plenario de comisiones de Trabajo y Previsión y de Presupuesto y Hacienda del Senado y logró emitir como dictamen de mayoría el proyecto de ley de actualización de las jubilaciones que aprobó la Cámara de Diputados el pasado 4 de junio.

El proyecto quedó ahora en condiciones de ser discutido en el recinto en la próxima sesión que, hasta el momento, la conducción de la Cámara alta a cargo de Victoria Villarruel, pretende celebrar el jueves de la semana próxima.

No obstante, el Gobierno intentará seguirá negociando con la oposición dialoguista con el objetivo de introducirle cambios a la iniciativa y, así, devolverla en segunda revisión a la Cámara baja y seguir demorando la sanción de la norma, que rechaza por considerar que incrementará el gasto y dará por tierra con el superávit fiscal del que hace gala la administración Milei.

La propuesta del Poder Ejecutivo quedó plasmada en un dictamen impulsado por el oficialismo, pero que quedó en minoría. En este caso, el despacho fue apoyado por los senadores de Pro y en disidencia por los radicales Eduardo Vischi (Coreientes), jefe de la bancada del centenario partido, y Víctor Zimmermann (Chaco), que responden a los gobernadores Gustavo Valdés y Leandro Zdero, respectivamente.

La iniciativa que obtuvo dictamen de mayoría establece una compensación del 8,1% por la inflación de enero no reconocida por el Gobierno cuando actualizó las jubilaciones por decreto en abril ultimo, fija el Indice de Precios al Consumidor (IPC) como variable de la movilidad y establece que la jubilación mínima deberá ser un 9% superior al valor de la canasta básica de alimentos y una recomposición anual complementaria, a calcularse en marzo y equivalente al 50% de la diferencia, en caso de que el indicador salarial Ripte sea superior a la inflación.

Pero lo que más molesta al Gobierno, y que provocó la airada reacción del Presidente cuando anunció que vetaría la ley en el caso de que fuera sancionada por el Congreso, es la cláusula que le exige a la Anses a que en el plazo de un año, seis meses prorrogables por igual período de tiempo, liquide las deudas que reclaman las provincias por los fondos que la Nación les debe girar a los distritos que no transfirieron sus cajas previsionales.

El Poder Ejecutivo presentó en la tarde del martes una propuesta alternativa que elimina las cláusulas más polémicas y sólo mantiene, de la versión votada por la Cámara baja, la actualización por IPC y la compensación para alcanzar el 20,6% de inflación de enero, aunque sin reconocer este pago de manera retroactiva a abril.

La propuesta provocó divisiones al interior del bloque radical, entre aquellos legisladores que responden a sus gobernadores, los que todavía priorizan mantener buenas relaciones con la Casa Rosada, y aquellos que en la jerga legislativa se conoce como “sin techo”, es decir que provienen de distritos gobernados por otras fuerzas políticas y, por lo tanto, no están ligados a las presiones fiscales de sus respectivos gobiernos provinciales.

El debate en el centenario partido demandó al menos tres reuniones sin que se lograra acordar una posición común sobre cuál de las dos propuestas apoyar. Por la mañana, la discusión se dio en el seno de la bancada. Por la tarde, los radicales de las comisiones participantes debatieron el camino a seguir. Al final, sólo encontraron unidad en votar divididos.

Así fue como el porteño Martín Lousteau y el fueguino Pablo Blanco, este último en disidencia parcial, decidieron estampar su firma en el dictamen que impulsaba el proyecto tal cual fue aprobado por la Cámara baja.

Se sumaron así a la propuesta lanzada por el provincial José María Carambia (Santa Cruz), quien interrumpió el plenario, en el que se encontraba exponiendo sobre el sistema previsional un representante de una organización no gubernamental, para darle un corte al intento del oficialismo de continuar prolongando el debate. “Me parece que la forma de acompañar a los jubilados sería firmar hoy mismo dictamen al proyecto que salió de la Cámara de Diputados”, propuso el santacruceño.

Minutos después se sumó a la propuesta el kirchnerismo. “El intercambio es muy interesante -dijo Juliana Di Tullio (UxP-Buenos Aires) en referencia a la exposición del invitado-, pero estamos tratando la media sanción y me gustaría saber si va a haber espacio para firmar dictamen”.

“Nuestro interbloque va a acompañar el dictamen a la media sanción porque es un proyecto de mínima. Lo que propone el oficialismo es imposible de acompañar”, agregó Di Tullio, antes de lanzar una velada crítica a la oposición dialoguista por la pérdida de apoyo que sufrió el proyecto entre la aprobación de una cámara y el debate en comisiones en la otra. “En Diputados la media sanción tuvo los dos tercios de los votos; es muy difícil entender que pasó en el medio para que no se repita esa proporción en el Senado”, dijo.

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