Alquileres sin oferta: por la devaluación, los dueños retiraron lo poco que había en el mercado
La crisis que ya venía siendo protagonista en el mercado de los alquileres se agigantó por el efecto de las PASO y la devaluación, que complicaron más la oferta en la ciudad de Buenos Aires y en el resto del país. A días que se trate el posible principio de la modificación de la actual Ley de Alquileres en el Congreso (la semana próxima), se cayeron decenas de reservas complicando más la situación para aquellos inquilinos que buscaban una vivienda con desesperación desde hace varias semanas.
Desde las inmobiliarias aseguran que los dueños de los pocos inmuebles que se proponían en alquiler casi fueron quitados por completo del mercado. Algo que no tiene precedentes. Hoy, hay menos de 500 en oferta tradicional en toda la ciudad de Buenos Aires.
Incluso, hay dueños que llegan a pedir USD 1.000 por mes, casi como suma fija. Se puede pagar, en algunos casos, en pesos a valor libre. Otros piden cash en dólares. Muchos inquilinos se espantan y no aceptan estas propuestas como recomiendan las inmobiliarias. A otros no les queda opción.
La economía se encamina hacia un rumbo recesivo mayor y también suben los precios de mudanzas y costos de ingreso para acceder a una vivienda.
Mariano García Malbrán, presidente de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi), dijo que “tanto en CABA como en el Gran Buenos Aires y La Plata, no hay oferta. Las viviendas que se alquilaban hasta el viernes salieron del mercado y si hay dueños que aceptan alquilar sus inmuebles piden cifras que no condicen con la ley vigente”.
Un tres ambientes, el departamento que necesita una familia tipo, no bajaba de $250.000. En CABA, hoy cuestan un 30% más caros.
Mariano Zugasti, de una inmobiliaria de la zona oeste porteña, dijo a Infobae que “habíamos acordado dos reservas por un departamento y un PH entre Liniers y Mataderos, pero esta mañana ambos dueños se arrepintieron y suspendieron la firma. Prefieren esperar hasta que se calme la situación. No quieren quedar atados a contratos a tres años cuando no saben qué ocurrirá con la inflación y el dólar en las próximas semanas”.
Otra inmobiliaria de Recoleta también tuvo que cancelar reservas en estos días, algo que se repite en otros puntos del país.
“Hay mucho temor también en Rosario, y desde el domingo en adelante podemos decir que no hay viviendas en alquiler. Casi todas las opciones se suspendieron y quienes buscan una vivienda tendrán que esperar algunos días. Había acuerdos por $140.000 mensuales por dos ambientes bien ubicados y en edificios buenos, pero se suspendieron”, precisó Diego Ferreyra, de Diego Ferreyra Bienes Raíces.
El sector pide que se reformule la ley. Al menos volver a contratos a dos años y ajustes semestrales o trimestrales, pero libres entre partes, o que se modifique el Índice de Contratos de Locación y que se ajusten por un coeficiente de variación salarial.
“Proyectos hay varios, lo importante es que se tome el camino adecuado. Tampoco puede ser que si sube tanto el dólar se destine este valor a los precios de viviendas que se alquilan, porque podrían transformarse en impagables y son informales. Por la inflación que se conoció ayer del 113% es probable que los alquileres ya se pacten por más de un 200% desde los próximos días”, aclaró García Malbrán.
Inquilinos en alerta
Los que no tienen un techo propio cada vez hacen más malabares para conseguir una vivienda y a su vez reciben nuevas exigencias, como alquilar sin hijos o valores que se ajusten por bimestre, para firmar un contrato. Los precios se encarecieron en sólo dos días casi más que en el resto del año.
Diego Fernández Camillo, miembro de la Asociación Platense de Inquilinos, dijo a Infobae que ven con preocupación los resultados de las PASO. “Observamos que podemos ir hacia una mayor vulneración de derechos que pueden surgir luego de un voto favorable a sectores como el de Javier Milei”, aseguró.
Las agrupaciones de inquilinos atienden casos con contratos informales, amedrentamientos para desalojos tempranos y amenazas hacia los garantes para que dejen sus depósitos.