Sergio Massa está en Beijing para negociar la apertura de mercados y cerrar inversiones chinas en Argentina

(Enviado especial a Beijing) Sergio Massa ya se encuentra en Beijing para completar su gira relámpago por China. En las próximas 48 horas, el ministro de Economía negociara la apertura de nuevos mercados para las economías provinciales, firmará inversiones de obras públicas contempladas en el programa de La Ruta de la Seda y renovará el swap de 18500 millones de dólares que fortalece las reservas del Banco Central.

A diferencia de la etapa en Shangai, que tuvo una preeminencia financiera y económica, este capítulo de la gira por Asia se apalanca sobre las relaciones de poder que Massa esta construyendo con la administración de Xi Jinping.

El ministro de Economía será recibido por los principales resortes del aparato del partido comunista, lo que demuestra el interés de Beijing sobre Argentina y los fluidos contactos diplomáticos de Sabino Vaca Narvaja, embajador en China.

Pero la construcción de poder que protagoniza Massa no es una actividad personal y en soledad. Máximo Kirchner, con el peso político de su apellido y la presidencia del partido justicialista bonaerense fortalece la estrategia de Massa para profundizar las relaciones bilaterales.

Para la nomenclatura comunista, que decide los niveles de inversión y de apoyo geopolítico-por ejemplo en el FMI- no es poco que el hijo del Presidente que acercó China a la Argentina se encuentre en Beijing protagonizando su propia agenda política.

En este contexto, la presencia de Cecilia Moreau también suma al momento de negociar la apertura de los mercados o la ampliación de la libre disponibilidad del swap.

Es que Moreau es titular de la Cámara de Diputados, y para la burocracia china eso significa que la legisladora nacional cercana a Massa ocupa el tercer lugar de la sucesión presidencial y encabeza un poder del estado.

En China, las relaciones de poder y las asignaciones institucionales tienen una significancia distinta a la perspectiva que habitualmente se aplica en la política domestica.

En su primera jornada en Beijing, Massa se reunirá con el Ministro de Comercio, Wang Wentao, con autoridades de la Cancillería de China y con el Eximbank, que es el banco de desarrollo chino. Estos tres contactos apuntan a ampliar los mercados para productos vinculados a las economías provinciales y profundizar las relaciones bilaterales.

El viernes, Massa completa una agenda que tendrá muchísimo impacto en la economía nacional. Ese día, el titular del Palacio de Hacienda firmará al menos siete proyectos de obras públicas que integran el programa de la Ruta de la Seda, cerrará la prórroga swap y ampliará su alicuota de libre disponibilidad, y mantendrá una reunión clave con el ministro de Finanzas.

Toda la agenda del ministro de Economía discurre en un andarivel que está muy lejos de las disputas geopolíticas que protagonizan Estados Unidos y China. Massa sabe que Washington considera a Beijing como su enemigo global y que aplicará su poder en su área de influencia -América Latina en términos amplios-, si entiende que Argentina empieza a moverse al ritmo de las necesidades estratégicas de Xi Jinping.

En este contexto, el jefe del Palacio de Hacienda se dedicará a escuchar a los ministros que responden a las órdenes directas del Partido Comunista y no firmará ningún acuerdo vinculado a la tecnología, las comunicaciones, la provisión de armamentos y la posibilidad de acceder a la Hidrovía.

Al contrario: el ministro sólo suscribirá proyectos vinculados a las obras de infraestructura, intentará terminar con la intermediación de productos de ciertas economías regionales y planteará su estrategia comercial ante 40 empresarios que fueron convocados a una reunión de trabajo que se hará mañana en la capital china.

Antes de arribar a Beijing, Massa y Máximo Kirchner se encontraron con Dilma Rousseff para avanzar en un mecanismo financiero que permita a los BRICS invertir en la Argentina. En el encuentro también estuvieron el titular del Banco Central, Miguel Pesce, y y Marco Lavagna, secretario de Asuntos Económicos del Palacio de Hacienda.

Fue una reunión exploratoria.

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