Caso Báez Sosa: el Servicio Penitenciario alertó por el estado de salud mental de los condenados

Días atrás el Servicio Penitenciario Bonaerense había pedido que sean separados. Máximo Thomsen y Enzo Comelli serían los más afectados de los cinco que recibieron prisión perpetua.

La mayor preocupación recae sobre los que recibieron la pena de prisión perpetua: Máximo Thomsen, Ciro y Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli.

“Los ocho están con una medida de resguardo de integridad física por miedo a que se lastimen ellos mismos por la depresión que padecen”, señalaron fuentes carcelarias, al mismo tiempo que revelaron de que “hay temor de que alguno pueda suicidarse”.

El Servicio Penitenciario recomendó días atrás que Thomsen sea alojado en soledad, debido a las fuertes internas con los otros cuatro condenados a la misma pena.

Todos los condenados volvieron el 6 de febrero al penal de Melchor Romer luego de pasar más de un mes en la prisión de Dolores mientras se llevaba adelante el juicio.

Al mismo tiempo, se realizó la solicitud de ocho cupos para que sean trasladados a la Unidad 57 de Campana con el objetivo de que estén más cerca de sus familiares, oriundos de la localidad de Zárate.

Según lo reconocido por las autoridades, la depresión de los internos se potenció cuando les quitaron los celulares luego de que se constatara que realizaban publicaciones en redes sociales, lo cual está prohibido.

“Nos sacaron los celulares que usábamos para hablar con nuestras familias. Hablar con ellos era lo único que nos mantenía vivos”, dijo uno de los condenados.

Los más afectados serían Thomsen y Comelli. Ambos habrían requerido asistencia psicológica en varias oportunidades. Incluso, habrían pedido que se les otorguen biblias y la presencia de un pastor evangélico.

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