Precios Justos: el Gobierno destacó que, pese a los faltantes, el programa tiene un cumplimiento del 90%

Destacaron el éxito del plan que esta semana generó polémica por la decisión del Gobierno de sumar a los gremios a los controles; algunas cadenas indicaron que hay faltantes en ciertos rubros.

El equipo económico destacó que el programa de Precios Justos mantiene un alto nivel de cumplimiento en las cadenas adheridas, que, sin embargo, afirman que hay faltantes en varios rubros.

Datos oficiales indican que hay “29 empresas adheridas, 2.000 productos con precios fijos y más de 30.000 productos con topes de aumento del 4% mensual”, tal como lo acordó en 2022 la Secretaría de Comercio que conduce Matías Tombolini en medio de una inflación mensual que rondaba el 6/7 por ciento.

Además, se destacó que “los consumidores podrán encontrar los productos del programa en las góndolas de supermercados minoristas y mayoristas” y detallaron que de las Bocas de expendio minorista, hay “más de 2.200 sucursales de grandes cadenas (18 cadenas); 150 supermercados regionales (25 cadenas)”, mientras que entre las Bocas de expendio mayoristas, hay “más de 200 bocas (9 cadenas) y un total de 2500 bocas de expendio”.

Según las fuentes, “el nivel de cumplimiento del programa ronda el 90 por ciento” y “la adaptación de la señalética es del 75 por ciento”.

“Hay más de 2.000 productos a precio fijo y 30.000 con tope mensual de aumento. Estos productos están en supermercados de todo el país. Si bien está principalmente enfocado a alimentos, bebidas, higiene y bienes de consumo básico de un hogar, también se van sumando otros sectores a este acuerdo de Precios como zapatillas y ropa. Esto es bueno porque implica más compromiso y se hace más amplio aún el acuerdo”, enfatizaron.

“Obviamente la medida es parte de un plan más integral para seguir impulsando una baja de precios que sea persistente”, aclararon; el ministro Sergio Massa afirmó que quiere que la inflación de abril empiece con un “tres adelante” para acercarse más a la proyección del 60% anual, que contrasta con el 100% estimado por las consultoras privadas.

“Hasta ahora se han registrado cerca de 6.000 denuncias desde la app, lo cual refleja el nivel alto de cumplimiento del programa”, indicaron.

El índice de precios al consumidor (IPC) informado por el Indec aumentó 5,1% en diciembre y 94,8% en todo 2022; en particular, la suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas el mes pasado fue de 4,7% y del 95% en todo el año.

Faltantes y cuestionamientos

Desde una cadena que participa del programa, criticado por su similitud con planes previos de controles de precios que fracasaron, afirmaron que Precios Justos “viene bien, pero con faltantes de los proveedores en varios rubros”.

En esta sintonía, el economista Jorge Neyro explicó que Precios Justos “influyo bastante en noviembre y diciembre” para que hubiera una desaceleración en los aumentos de los valores de alimentos y bebidas.

“Ahora con lo que se vio los últimos días con las iniciativas de sumar gremios al control de precios, es probable que mucho menos. Estos programas pierden efectividad con el tiempo”, indicó el analista, en referencia al anuncio de que el sindicato de Camioneros comenzó a controlar comercios, en una medida que generó críticas de empresarios y economistas.

En tanto, un informe de LCG indicó que “esperamos que los meses de verano continúen con la dinámica de diciembre: proyectamos un bimestre enero-febrero con una inflación que no supere el 5,5% mensual”.

“De todos modos, cabe mencionar que la dinámica actual de los precios responde en parte al programa de Precios Justos, como también a la caída del precio de la carne debido a la sequía. A su vez, los múltiples aumentos pactados en productos regulados hacen que la estabilidad en torno al 5% de nominalidad se perciba frágil, especialmente hacia el bimestre marzo-abril”, indicó la consultora que dirige Guido Lorenzo.

Por su parte, Abeceb afirmó que “para 2023 se espera una desaceleración en la producción general dentro del sector del consumo masivo del 3,9%. El consumo estará supeditado a la evolución del salario real y en alguna medida a la continuidad de los programas (como Precios Justos) que pisen los precios de la canasta básica”.

La contracara del compromiso de las firmas de consumo masivo para sumarse a Precios Justos es la promesa del Gobierno de acelerar el acceso a los dólares en el mercado oficial para la importación de insumos, a través del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), en un contexto de fuerte escasez de divisas.

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