Habló Jair Bolsonaro tras el intento de golpe de Estado en Brasil y dijo que lo acusan sin pruebas
El ex mandatario se pronunció tras los violentos asaltos a las sedes de Gobierno este domingo. Afirmó que “las depredaciones e invasiones de edificios públicos escapan a la norma”.
Más de siete horas después de los violentos ataques a los edificios de Gobierno en Brasilia, cuando cientos de simpatizantes suyos invadieron el Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, el exmandatario Jair Bolsonaro se pronunció.
En un hilo de tres tuits aseguró que durante su mandato “siempre” ha cumplido con la Constitución, “respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad”.
“Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva)”, escribió el ex mandatario.
Asimismo, Bolsonaro comparó los hechos acontecidos este domingo, que ha calificado de “depredaciones e invasiones” con las manifestaciones convocadas por al izquierda” en 2013 y 2017, asegurando que “escapan la regla”, ya que “las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia”.
El ex mandatario publico estos tuts desde los Estados Unidos, adonde viajó días antes de la asunción de Lula, justamente para no participar de la ceremonia de investidura del presidente.
Este domingo por la tarde, una turba de bolsonaristas tomaron por la fuerza, por cerca de cuatro horas, las sedes del Gobierno, del Parlamento y del Tribunal Supremo, en la mayor agresión a los poderes republicanos vista desde el golpe de Estado de 1964.
Los extremistas irrumpieron en los palacios violentamente, destruyendo todo lo que se encontraron a su paso, mientras Lula se encontraba de viaje en la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo. El mobiliario de los palacios fue destrozado y arrojado por las ventanas a la calle, aunque las autoridades todavía no han podido realizar un balance de los cuantiosos daños causados por la turba.
La turba no llegó a entrar en el despacho de Lula en el palacio de Planalto porque la Policía llegó en ese momento, según dijeron a EFE fuentes oficiales.Los radicales no reconocen el resultado de las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó al ahora expresidente Jair Bolsonaro por un estrecho margen de menos de dos puntos porcentuales.
Según informaciones preliminares, hasta el momento hay unos 200 detenidos, aunque el ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo que habrá más arrestos en las próximas horas por los “actos terroristas”. Los ataques contra las instituciones recibieron una condena unánime por parte de todos los estamentos en Brasil y los más importantes líderes mundiales, incluyendo todos los latinoamericanos, los del bloque europeo y los Estdaos Unidos.
Lula reaccionó ordenando la intervención de los organismos de seguridad del Distrito Federal, región donde se encuentra Brasilia, y desplegando fuerzas federales para ayudar a expulsar a los golpistas de las instituciones.Los agentes antidisturbios, utilizando gases lacrimógenos y bombas de estruendo, se hicieron con el control de las sedes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial unas cuatro horas y media después del inicio del ataque, ocurrido dos años y dos días después del violento asalto al Capitolio de Estado Unidos, por parte de ultraderechistas con los que el bolsonarismo está alineado.
En una declaración desde Araraquara, donde se encontraba de viaje, Lula afirmó que hubo “incompetencia” y “mala fe” por parte de los responsables de seguridad de Brasilia, que dependen de la Administración del gobernador Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro.