Tiroteo en una estación de metro de Nueva York: reportan al menos 29 heridos y buscan al atacante
Los disparos ocurrieron en una estación de Sunset Park, en Brooklyn. El presunto autor del ataque llevaba una máscara de gas y un chaleco de construcción y está prófugo. En el lugar se encontraron dispositivos explosivos sin detonar.
Un tiroteo se desató este martes en una estación del metro de Nueva York, dejando al menos 29 personas heridas que fueron trasladadas a un hospital de Brooklyn, según informaron EuropaPress citando a los bomberosy el diario estadounidense Washington Post con un reporte de los hospitales de la zona.
Diez personas fueron alcanzadas por los disparos y cinco de ellas se encuentran en estado crítico pero estable. Las autoridades también investigan una posible explosión en el lugar.
Por el momento, no se está abordando el hecho como un ataque terrorista y el sospechoso está prófugo.
La Policía ha recuperado una pistola y varios cargadores de alta capacidad en la estación del metro donde ocurrió el incidente. El arma, una pistola Glock, estaba aparentemente encasquillada, un problema que pudo impedir al tirador causar daños aún mayores, dijeron al diario NY Post fuentes policiales.
”Fue una suerte que se encasquillase, porque podríamos estar hablando de mucha más gente en hospitales o algo peor”, señaló al periódico una de esas fuentes. “Decenas de personas más podrían haber sido heridas o tener heridas más graves”, añadió.
La cadena CNN, citando a dos fuentes policiales, informó que además los investigadores recuperaron del lugar de los hechos fuegos artificiales y pólvora, con los que supuestamente el agresor creó una cortina de humo.
Cuatro horas después de los hechos, la jefa de Policía, Keechant Sewell, dijo a los medios que el tiroteo no se está investigando como terrorismo y señaló que “aunque ha sido un incidente violento, aparentemente nadie tiene heridas mortales como consecuencia de este caso”.
Las autoridades buscan ahora al sospechoso, un hombre ataviado con un chaleco de construcción verde y una máscara de gas que lanzó un artefacto para llenar de humo el vagón de tren antes de emprenderla a tiros contra los viajeros en su interior, a su paso por Brooklyn.
Según los videos de seguridad, el responsable del ataque, que presumiblemente escapó en medio de la confusión, es de raza negra, altura media y constitución corpulenta, indicó la jefa policial.
“La puerta de mi metro se abrió en medio de la calamidad. Había humo y sangre y gente gritando”, dijo el testigo Sam Carcamo a la emisora de radio 1010 WINS, diciendo que vio una gigantesca columna de humo saliendo del tren N una vez que la puerta se abrió.
Los disparos fueron realizados alrededor de las 8.30 (hora local, 13.30 GMT), un momento de alta afluencia en el transporte público.
Las declaraciones de los testigos a los medios locales y las grabaciones compartidas en las redes sociales dibujan una escena caótica, con los pasajeros asustados y los heridos sangrando, desperdigados por el vagón y por el suelo del andén mientras son atendidos.
Un testigo que estaba presente en el tiroteo, identificado como Yav Montano, relató a CNN cómo los pasajeros empezaron a tropezarse unos con otros, cuando “el humo lo engulló todo”, y la sensación de “pánico” vivida antes de que se abrieran las puertas del vagón.
Una pasajera dijo al New York Post que perdió la cuenta de los disparos que escuchó. “Hubo muchos. Ni siquiera sé cuántos”, relató la mujer, identificada como Clair.
La estación une las líneas D, N y R. El servicio de trenes quedó interrumpido para esas líneas. Las escuelas locales, incluida la Sunset Park High School al otro lado de la calle de la estación, fueron cerradas
Danny Mastrogiorgio, de Brooklyn, acababa de dejar a su hijo en el colegio cuando vio a un grupo de pasajeros, entre los que había varios heridos, que corrían asustados por las escaleras del metro en la estación de la calle 25. Al menos dos tenían heridas visibles en las piernas, dijo. “Era una locura”, dijo a la agencia AP. “Nadie sabía exactamente lo que estaba pasando”.
Allan Lee estaba atendiendo su negocio, el Café Nube, cuando media docena de coches de policía y vehículos de bomberos convergieron de repente en la manzana. “Entonces empezaron a empujar a la gente que estaba en la cuadra hacia la cuadra siguiente y luego cerraron la entrada del metro” cerca de la puerta del café, dijo a la AP. Cuando se percató de la presencia de los artificieros y de los perros, tuvo la certeza de que no se trataba de un problema cotidiano del metro.
En un mensaje en la red social Twitter, la división de Tránsito de la Policía desmintió que haya trenes paralizados en túneles y dijo que está haciendo inspecciones como parte de la investigación sobre el “incidente” ocurrido en la estación de la calle 36 en Brooklyn.
La zona es conocida por un pujante Barrio Chino, vistas privilegiadas a la Estatua de la Libertad y la instalación Industry City, un extenso distrito de almacenes que se ha convertido en el hogar de muchas empresas creativas.
La oficina del alcalde de Nueva York, Eric Adams, estaba en la residencia del alcalde el martes por la mañana y estaba siendo informado, según un portavoz.
El tiroteo se produce en un momento en el que la ciudad de Nueva York se ha enfrentado en los últimos meses a una serie de tiroteos e incidentes de gran repercusión, incluso en el metro de la ciudad. Uno de los más impactantes se produjo en enero, cuando una mujer fue empujada hasta la muerte delante de un tren por un desconocido.
Adams, el demócrata, que lleva poco más de 100 días de mandato, ha hecho de la lucha contra la delincuencia -especialmente en el metro- uno de los objetivos de su primera administración, prometiendo enviar más agentes de policía a las estaciones y andenes para que realicen patrullas periódicas. No estaba claro si los agentes ya habían entrado en la estación cuando se produjo el tiroteo.
El incidente se produjo un día después de que el presidente Joe Biden anunciara nuevas medidas para el control de armas, aumentando, especialmente, las restricciones a las llamadas “armas fantasma”, que son difíciles de rastrear pues hasta se pueden ensamblar en casa.
Las laxas leyes sobre armas y el derecho a portarlas garantizado en la Constitución obstaculizan reiteradamente los intentos de reducir la cantidad de armas en circulación pese a que la mayoría de los estadounidenses dice estar a favor de imponer mayores controles.
Las tres cuartas parte de los homicidios en Estados Unidos son cometidos con armas y sigue en alza la cantidad de pistolas revólveres y otro tipos de armas a la venta.